"Crear y Recrear es Crear Dos Veces"
No diré nada nuevo si me apresuro a explicar que esta es una historia hecha con muchos Retazos. Quizás sería más útil adentrarse por uno de los rincones de la casa de Margara Patiño, nacida en Silvania (Cundinamarca), desplazada de la comuna 13 con su familia, que disfruta en compañía de su esposo Osvaldo y de sus perros y gatos, y que vive hace 11 años en su casa Vinotinto, ubicada en la vereda el Plan, Corregimiento de Santa Elena.
El arte de ella es hacer cosas y enseñar cosas para la vida, su misión es lograr con lo que sabe hacer y lo que ha venido haciendo, que el ser humano recupere el gusto por el trabajo al interior del hogar, con la promesa y con el objetivo de trabajar de manera autosuficiente para lucro propio y hacer labores que generen que otras personas disfruten y recuperen el tiempo con cosas que sensibilicen; teniendo como fortaleza los materiales encontrados en el lugar que habitamos y nos movemos, como: excedentes industriales, cartones, papeles, telas, hilos, empaques, envases; ella se percató que lo que quería hacer, hacia también parte de un juego y es desde la lúdica, que siempre ha sido su propuesta; su mejor taller es en el que mezcla todos estos materiales y que aplica en la decoración, en la elaboración de disfraces y en el juego popular de las sombras chinescas. Ahora trabaja como profesora ambulante, le gusta como reto que la invite un profesor de arte y le proponga reemplazar una clase en su cátedra, ha sido invitada a dictar talleres a estudiantes universitarios y a grupos de trabajadores y maestros.
ubicada en la vereda El plan.
Hace 17 años, trabaja con un grupo conformado por 15 mujeres que se reúnen en la Escuela de Bellas Artes en las mañanas del primer viernes de cada mes, allí se trabaja con retazos sobrantes de la confección y de la industria nacional y se elabora ropa de hogar. Este trabajo merece la dimensión de una verdadera obra de arte, conservando su esencia.
Este conjunto es como una familia donde se comparte y se socializa lo que hacen, lo que sueñan, lo que piensan y además, expresan en esa cotidianidad que las reivindica, que también es posible decir, cuanto se quieren.
Ella es la presidente de la Sociedad protectora de Medias Separadas, (medias que se quedan solas) esto quiere decir que a todas las personas que alguna vez se les ha perdido un par de medias, la invitación es, que no importa, que se pueden hacer muchas cosas con ellas, que se puede hacer de esa ruptura algo poético, que se pueden recuperar como si fueran pedazos que se colocan uno sobre otro y otras veces uno junto al otro, como simbolizando la unidad, o que están superpuestos, intentando conformar una puntada absoluta, a la que se sabe de antemano que es posible acceder, en la forma de un títere, o de una muñeca, o de un caballo, o de un juguete; figuras posibles en las manos maravillosas de esta maestra de un arte que fue, es y será, una actividad que posee la finalidad de crear uniendo retazos y pedazos de tela y que tiene como oficio recuperar materiales que otros desechan, consintiéndose este arte como un deleite o como una fuente inagotable de trabajo para muchos.
No diré nada nuevo si me apresuro a explicar que esta es una historia hecha con muchos Retazos. Quizás sería más útil adentrarse por uno de los rincones de la casa de Margara Patiño, nacida en Silvania (Cundinamarca), desplazada de la comuna 13 con su familia, que disfruta en compañía de su esposo Osvaldo y de sus perros y gatos, y que vive hace 11 años en su casa Vinotinto, ubicada en la vereda el Plan, Corregimiento de Santa Elena.
El arte de ella es hacer cosas y enseñar cosas para la vida, su misión es lograr con lo que sabe hacer y lo que ha venido haciendo, que el ser humano recupere el gusto por el trabajo al interior del hogar, con la promesa y con el objetivo de trabajar de manera autosuficiente para lucro propio y hacer labores que generen que otras personas disfruten y recuperen el tiempo con cosas que sensibilicen; teniendo como fortaleza los materiales encontrados en el lugar que habitamos y nos movemos, como: excedentes industriales, cartones, papeles, telas, hilos, empaques, envases; ella se percató que lo que quería hacer, hacia también parte de un juego y es desde la lúdica, que siempre ha sido su propuesta; su mejor taller es en el que mezcla todos estos materiales y que aplica en la decoración, en la elaboración de disfraces y en el juego popular de las sombras chinescas. Ahora trabaja como profesora ambulante, le gusta como reto que la invite un profesor de arte y le proponga reemplazar una clase en su cátedra, ha sido invitada a dictar talleres a estudiantes universitarios y a grupos de trabajadores y maestros.
ubicada en la vereda El plan.
Hace 17 años, trabaja con un grupo conformado por 15 mujeres que se reúnen en la Escuela de Bellas Artes en las mañanas del primer viernes de cada mes, allí se trabaja con retazos sobrantes de la confección y de la industria nacional y se elabora ropa de hogar. Este trabajo merece la dimensión de una verdadera obra de arte, conservando su esencia.
Este conjunto es como una familia donde se comparte y se socializa lo que hacen, lo que sueñan, lo que piensan y además, expresan en esa cotidianidad que las reivindica, que también es posible decir, cuanto se quieren.
Ella es la presidente de la Sociedad protectora de Medias Separadas, (medias que se quedan solas) esto quiere decir que a todas las personas que alguna vez se les ha perdido un par de medias, la invitación es, que no importa, que se pueden hacer muchas cosas con ellas, que se puede hacer de esa ruptura algo poético, que se pueden recuperar como si fueran pedazos que se colocan uno sobre otro y otras veces uno junto al otro, como simbolizando la unidad, o que están superpuestos, intentando conformar una puntada absoluta, a la que se sabe de antemano que es posible acceder, en la forma de un títere, o de una muñeca, o de un caballo, o de un juguete; figuras posibles en las manos maravillosas de esta maestra de un arte que fue, es y será, una actividad que posee la finalidad de crear uniendo retazos y pedazos de tela y que tiene como oficio recuperar materiales que otros desechan, consintiéndose este arte como un deleite o como una fuente inagotable de trabajo para muchos.
Texto y Fotografías
Gladys Elena Castrillón O.
Coordinadora Biblioteca Santa Elena
Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín
